El tantra es yoga y el yoga es tantra.  Ambos derivan de las enseñanzas de Shiva, un gran hombre que vivió hace aproximadamente 7.000 años.  El tantra añade a las prácticas de yoga el elemento de devoción y amor. Cuando una gota de leche cae en el océano de leche y se convierte una con él, perdiendo su identidad como una sola gota y asumiendo la identidad del todo, esto es yoga, la unión definitiva.

Conocer este mundo observable como la entidad Suprema infinita es el objetivo del tantra y del yoga.

Dos yoguis fueron al gurú a preguntar cuántas vidas les faltaban antes de llegar a la unión final.  El primero preguntó y el gurú dijo: “te quedan dos vidas”, el yogui estaba desolado, “Oh, no, no puedo esperar tanto”, el segundo preguntó y el gurú dijo: “tienes tantas vidas como ese árbol tiene hojas” (el árbol está lleno de hojas), el yogui salta de alegría, “qué maravilla, me quedan muchas vidas para disfrutar de este mundo”, de repente, todas las hojas del árbol cayeron.

Creo que la paz y un estado mental sereno están al alcance de cada ser humano. La cantidad de vidas que nos queda no es el punto. El punto es, ¿estamos viviendo en la plenitud del presente, saboreando cada momento, disfrutando esta vida al máximo? Hay técnicas diseñadas por Santos y sabios que efectivamente siguen siendo para la mente y nos llevan a ese punto.

El gurú dice: “Piensa, reflexiona y medita profunda y constantemente; así sabrás la verdad.